No se han dado grandes pasos en el último año para la resolución de los principales problemas ambientales. El cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación ambiental en sus diferentes formas…, continúan configurando el perfil de un mundo desigual y en el que los límites no se consideran. En el campo energético (y de una correcta elección de la energía puede depender el futuro de la humanidad) se libra una desigual batalla entre los combustibles fósiles y las propuestas renovables, en donde demorar las elecciones puede comprometer seriamente nuestro futuro.

Frente a ellos, las estrategias ambientales deben ser completas, integrando instrumentos legislativos, económicos, de gestión…, sin olvidar la educación ambiental como forma de sensibilización y conciencia de jóvenes y adultos. Sin ella, ninguna política ambiental se mantendrá de forma permanente.

Existen hoy cuatro áreas en las que los ciudadanos/as pueden desarrollar efectivos cambios de hábitos: la vivienda, el transporte, la dieta y el consumo, cuatro campos a los que la legislación no alcanza y en donde según los principios y convicciones personales, pueden adoptarse posiciones responsables. Mas, no se trata de adquirir hábitos obligados por las circunstancias, sino incorporarlos de una forma gozosa, descubriendo que el ahorro y la eficiencia, los desplazamientos saludables, las dietas sanas o el consumo con criterio liberan, mejoran nuestro estado personal y nos hacen crecer, individual y comunitariamente, en la medida que sintonizan con lo ético, el ser, el sentido y la capacidad de disfrute, encuentro y apertura.

Porque hoy el reto es presentar lo ambiental como una alternativa golosa en donde se aprecie la belleza y los valores de vivir en sintonía con la naturaleza y con los demás, con la vida y con el futuro, por encima de planteamientos acríticos y materialistas. Vivir el espíritu de la educación ambiental supone un salto de calidad que además de mejorar el medio puede renovarnos interiormente e ir silenciosamente abriendo el camino de mundos más justos y sostenibles.